Reserva Hotel Posada Viena Fecha de Entrada Fecha de Salida
 
 

El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

 

Chihuahua

Ciudad de cantera y cielo claro. No es extraño encontrarse en la calle a rarámuris que bajan de la Sierra Tarahumara para hacer compras u ofrecer sus artesanías. Es difícil ignorar los cortes de carne, la cerveza fría, y otras bondades del norte mexicano. Conocer las mansiones del tiempo de la Revolución Mexicana, la catedral y la tumba de Pancho Villa hacen de este destino una interesante clase de historia. Aquí empieza la ruta en el tren Chihuahua-Pacífico, que cruza por las dramáticas Barrancas del Cobre. En la mina de Naica está la cueva de los cristales más grande del mundo bautizada la Cueva de las Espadas.

 

Arte Popular

Chihuahua fue el asiento de la conquista del viejo oeste mexicano y su arte popular lo refleja fielmente en nuestros días. La inmemorial artesanía tarahumara comparte espacios y aparadores con las botas, el cuero, la herrería y la filigrana heredada de los primeros vaqueros de América del Norte. Para el coleccionista avezado acaso sea imposible prescindir de un sombrero texano original, o bien de una pieza tejida de palmilla como se hacían cuando sólo los rarámuri caminaban esta tierra.

   
         
   

Bicentenario

Caminar por Chihuahua es recorrer las horas terribles y heroicas que construyeron México. En las entrañas del antiguo Palacio Federal —hoy Casa Chihuahua— resuena la voz del padre de la patria, Don Miguel Hidalgo, asesinado a mansalva en esta capital homónima durante la Independencia. Unas pocas cuadras más adelante, el sol a plomo de la canícula dibuja una silueta revolucionara. En la Casa de Villa un viejo automóvil Dodge se exhibe con orificios de bala; nueve de ellas tocaron al caudillo, tres cegaron su vida, ninguna borraría su leyenda.